LA NUEVA HUMANIDAD - CAPITULO 5
Dicen que Jesús antes de partir prometió dos cosas al mundo a través de
sus discípulos: que enviaría al Espíritu Santo y que alguna vez volvería. Sobre
esto último no sabemos cuándo ni cómo.
Pentecostés significa, “quincuagésimo”, o sea 50 de algo, y la celebración
religiosa que lleva ese nombre se hace 50 días después de Pascuas. Durante los
primeros tiempos del pueblo hebreo coincidía con el levantamiento de una
cosecha y antes de la siembra de la siguiente y estaba ligada a la agricultura
y se agradecían los frutos recibidos.
Sobre el momento de la segunda venida, que en estos tiempos (2023) muchos creen
que será “en estos momentos” se especuló que volvería no ya en “carne y hueso”,
porque ya había estado en la tierra así, sino solo para ser contemplado “desde
los ojos de la fe”. Y tiene relación con la instalación de la consciencia
crística a la que se dice que podemos conectar en estos momentos de ascensión
planetaria, del paso de la 3ra a la 5ta dimensión.
El 18 de mayo del año 27, muy temprano, estaba Jesús con sus 11
discípulos en el Monte Olivete. Allí entre otras cosas les dijo: "Os he
pedido que permanezcáis en Jerusalén hasta que seáis dotados de un poder de las
alturas. Ahora estoy a punto de despedirme de vosotros; estoy a punto de
ascender hacia mi Padre, y pronto, muy pronto, enviaremos al Espíritu de la
Verdad a este mundo donde he residido; cuando haya venido, empezaréis la nueva
proclamación del evangelio del reino, primero en Jerusalén, y luego hasta los
lugares más alejados del mundo. Amad a los hombres con el amor con que yo os he
amado, y servid a vuestros semejantes mortales como yo os he servido”. Después
de otras recomendaciones, desapareció.
Pedro da instrucciones de que se junten todos en casa de María Marcos. Ciento
veinte de ellos, entre los que estaban María, madre de Jesús y su hermano
Santiago; Pedro relató lo sucedido en el Monte y propuso que se decidiera quien
reemplazaría a Judas como discípulo. La elección designó a Matías como nuevo
discípulo y tesorero del grupo.
Sobre el mediodía, Pedro propuso ponerse en oración para recibir el don del
espíritu que Jesús había prometido.
Pedro hablo diciendo que eso debía ser la venida del Espíritu de la Verdad que
el maestro había proclamado.
A partir de allí, sin embargo, se generó una lamentable confusión, y para no
dar lugar a una interpretación errónea transcribimos textualmente el Libro de
Urantía: “A estos hombres se les había educado y
enseñado que el evangelio que debían predicar era la paternidad de Dios y la
filiación de los hombres, pero en este preciso momento de éxtasis espiritual y
de triunfo personal, la mejor nueva, la noticia más importante en la que estos
hombres podían pensar era el hecho de que el Maestro había resucitado.
Dotados de un poder de las alturas, salieron pues a predicar la buena nueva al pueblo —e incluso la salvación a través de Jesús— pero cayeron involuntariamente en el error de sustituir el mensaje mismo del evangelio por algunos hechos asociados con el evangelio. Pedro dio comienzo sin saberlo a este error, y otros le siguieron después hasta llegar a Pablo, el cual creó una nueva religión basada en esta nueva versión de la buena nueva.”
“El evangelio del reino es: el hecho de la paternidad de Dios, unido a la verdad consiguiente de la filiación y fraternidad de los hombres. El cristianismo, tal como se desarrolló desde aquel día, es: el hecho de Dios como Padre del Señor Jesucristo, en asociación con la experiencia de la comunión del creyente con el Cristo resucitado y glorificado. No es de extrañar que estos hombres infundidos por el espíritu provecharan esta oportunidad para expresar sus sentimientos de triunfo sobre las fuerzas que habían intentado destruir a su Maestro y poner fin a la influencia de sus enseñanzas. En un momento como éste, era más fácil recordar su asociación personal con Jesús y sentirse emocionados con la seguridad de que el Maestro vivía todavía, que su amistad con él no había terminado y que el espíritu había descendido en verdad sobre ellos tal como él les había prometido.”
“Estos creyentes se sentían de pronto transportados a otro mundo, a una nueva existencia de alegría, de poder y de gloria.
El Maestro les había dicho que el reino vendría con poder, y algunos de ellos creían que empezaban a discernir lo que él había querido decir. Cuando todo esto se toma en consideración, no es difícil comprender cómo estos hombres llegaron a predicar un nuevo evangelio acerca de Jesús en lugar de su mensaje inicial de la paternidad de Dios y de la fraternidad de los hombres.”
“Los apóstoles habían estado escondidos durante cuarenta días. Este día resultó ser la fiesta judía de Pentecostés, y miles de visitantes de todas las partes del mundo se encontraban en Jerusalén. Muchos habían llegado para esta fiesta, pero la mayoría había permanecido en la ciudad desde la Pascua. Ahora, estos apóstoles asustados surgían de sus semanas de reclusión para aparecer audazmente en el templo, donde empezaron a predicar el nuevo mensaje de un Mesías resucitado.
Y todos los discípulos eran igualmente conscientes de haber recibido una nueva dotación espiritual de perspicacia y de poder.”
Sin embargo, aunque el evangelio fue
enormemente distorsionado, sigue siendo un hecho que este nuevo mensaje acerca
de Jesús llevaba consigo muchas verdades y enseñanzas fundamentales de su evangelio
inicial del reino. Tarde o temprano, estas verdades ocultas de la paternidad de
Dios y de la fraternidad de los hombres emergerán para transformar eficazmente
la civilización de toda la humanidad.
EL NUMERO CINCO
La numerología dice que el 5 es un
número exterior e interior. Está en el medio entre el 1 y el 9. Es un número de
fuego. Es el número del hombre intermediario entre el Cielo y la Tierra. En su
manifestación exterior representa la aventura, el juego, el desafío; y en su
manifestación interior representa el desarrollo mental.
Es el número de la libertad, los cambios, la movilidad, la curiosidad y la búsqueda de nuevas situaciones, externas e internas. También implica el grado de aceptación personal a lo nuevo. Se lo asocia con Marte, el dios de la guerra.
El símbolo del 5 es el pentagrama, la estrella de 5 puntos y tiene gran cantidad de simbolismos asociados: representa los 5 elementos, agregado el éter; representa al hombre de pie, siendo la conexión entre lo divino y lo humano; se lo asocia también al hombre de Leonardo Da Vinci (“El hombre de Vitrubio”) entendiendo que su cabeza
orientada hacia el cielo es sinónimo de apertura mental, sus brazos abiertos hacia el mundo sinónimo de deseos de libertad, pero con la necesidad de estar anclado a la tierra, donde tiene sus raíces.
Para un número 5 es vital sentirse libre; para el
hombre representa como vivir la parte masculina Yang, mientras que para la
mujer simboliza el modelo que proyecta en su pareja masculina.
La grafía del 5 muestra
una barra superior símbolo de gran desarrollo mental; seguida de una barra que
se apoya en una curva, representadora de la energía sexual, vital. El 5 es el
hombre armonizando cuerpo y mente.
Todo camino de vida, por
ejemplo, tiene sus inspiraciones y sus trampas al vivirlas en exceso. Los
excesos del 5 pueden llevarlos a la agresividad, violencia, inestabilidad,
libertinaje, adicciones, incluso bulimia como necesidad de experiencia nuevas.
En nuestra vida
representa a quien antes, en esta o en otra vida, vivió la seguridad y la
estabilidad del 4, ahora sale al mundo a buscar desafíos y nuevas experiencias.
Pero seguro volverá a la familia, con el bagaje vivencial adquirido. Esto será
en el escalón del número 6.
El 5 está expresado
también en la parábola del Hijo Pródigo, que sale al mundo a conocerlo y
experienciarlo y vuelve luego al seno familiar.
LA QUINTA LEY DEL UNIVERSO
Es La ley de la Resistencia. Nos dice que debemos fluir sin
resistencia, porque aquello a lo que nos resistimos, volverá nuevamente a
nuestra vida.
Nos resistimos a lo que tememos, por
lo tanto, debemos dejar de temer. Y de este modo, lo que deseamos, debemos
pedirlo adecuadamente, positivamente.
“Quiero que suceda esto en mi vida”
en lugar de actuar por el miedo decretando “No quiero que me pase esto”, porque
para el universo y tu inconsciente, todo funciona en positivo, y lo que quieras
evitar, si lo planteas por la negativa, te sucederá.
Es muy común que esto suceda con las
enfermedades. El miedo a enfermar y la repetición de “no quiero estar enfermo”
es muy posible que terminen con una enfermedad en el individuo.
No hay que resistirse a la pobreza:
atrae la riqueza. No te resistas al fracaso: acéptalo como parte del
aprendizaje.
Dejar de resistirse te dará muchas
más energías para plasmar tus deseos positivos. En tu interior están los deseos
que te favorecerán en el desarrollo.
Aquellos que creen que la vida les debe algo no pueden avanzar porque interiormente están negándose a concretar sus opciones. Están poniendo afuera la decisión.
Sentirse víctima o incapaz de lograr
algo son de las más comunes situaciones por las cuales no conseguimos avanzar
en el camino que queremos. Igual que no sentirse merecedores de lo bueno, una
forma de boicot muy compartida.
Es muy común escuchar lo de las
“profecías auto cumplidas”. “Estoy de
buena racha, y no quiero ni hablar de ello porque si no, seguro se me corta”.
Pero lo estoy pensando en mi interior. Estoy construyendo el cambio de racha.
Hasta que se corta. Y dices: “yo sabía
que se iba a cortar”. ¡Pero es que fuiste tú mismo quien la ha cortado,
proyectándolo y temiéndolo!
LA QUINTA DIMENSIÓN
La 5ta dimensión es cuando puedo observar todo lo creado en la misma línea de tiempo desde arriba, desde un nivel “más elevado”. Y esa realidad ya no me afecta porque estoy por encima.
Significa estar en contacto con
otros seres de luz, ángeles, guías, maestros, y observar con otro nivel de
claridad y neutralidad.
Hemos podido unificar positivo (propósito) y negativo (misión), integración y trascendencia y volvemos a ubicarnos en el centro, pero en un nivel más alto de consciencia.
Estamos por encima de la creación.
EL QUINTO SIGNO: LEO
Leo junto a Aries y Sagitario
representa al elemento fuego.
Representa el quien soy y finalmente
dice Yo quiero.
Ama ser el centro de atención por
eso suelen ser líderes naturales y destacarse en grupos de personas. Por ello a
veces pueden buscar imponerse, ser un poco “mandones”.
Son solidarios con las personas de
su entorno, y dispuestos a ayudar. Por ser signo de fuego tienen actividades
que los apasionan y en ellas les gusta meterse y destacar, perdiendo el interés
por otro tipo de actividades que no los entusiasmen.
Su esencia es expresarse tal cual
es.
EL ÉTER
El Akasha es un banco de datos de todo lo que sucedió en el universo.
Allí acceden quienes con ciertas capacidades se denominan lectores de
registros. Pero ¿dónde está inscripta esa información? Está en el éter. Porque
el éter está en todo.
El éter no está aún al alcance de la física terrestre, para la cual es solo una
posibilidad; pero el éter es un medio, que no entra dentro de la dualidad y
baña la materia y la antimateria. Nuestro universo tiene dos fases: materia y
antimateria y en todo está el éter. Por eso tenemos un cuerpo físico y un
cuerpo etérico, que no es visible ni tangible.
El éter es un elemento más que constituye todo. Se lo llama “el quinto
elemento” (entendiendo los otros 4 como agua, aires fuego y tierra).
La palabra “akasha” significa éter, y los registros akáshicos son la biblioteca
de la información de la evolución de todo lo que sucede en el universo. El éter
es el que guarda esa información. Conserva el registro de la evolución de todo,
ser x ser, alma x alma, construcción x construcción, planeta x planeta: de
todo. Se guarda la información a través de frecuencias de luz.
El éter es un fluido inmaterial que impregna todo el universo y es el medio en
el que las ondas de luz se transportan en forma de ondas, “ondean”. La luz,
así, impregna el akasha en forma de frecuencias.
Es la estructura que permite el traslado de todo tipo de energías en forma de
ondas en el universo.
El lector de registros puede entonces entrar al akasha personal propio o de
otra persona, si esta le da permiso, pero también puede entrar al akasha de un
inmueble, del océano, de una piedra, etc., siempre solicitando el permiso,
porque hay que saber que todo en el universo tiene consciencia propia.
APÓSTOL FELIPE
Iba Jesús con los 4 apóstoles hasta ese momento Andrés, Simón, Juan y Santiago
hacia Caná de Galilea.
Felipe había oído hablar del Maestro pero no se le había ocurrido que fuera en
realidad un gran hombre hasta ese día en que Jesús le dijo “Sígueme”.
Tenía 27 años y se había casado hacía poco tiempo, pero aún sin hijos.
Los apóstoles le pusieron el apodo de “el curioso”, porque siempre pedía que
“le mostraran”. No era muy imaginativo, aunque no llegaba a ser torpe, pero esa
falta de imaginación era su mayor debilidad de carácter.
Lo designaron como el administrador y cumplió acabadamente su función,
previendo que nada faltara al grupo.
Provenía de una familia de pescadores, y su padre era un gran pensador, no así su madre que provenía de una familia mediocre. Era el segundo de siete hermanos y a todos los bautizó para que entraran en el reino. Dice el Libro de Urantia de Felipe: “Era el típico hombre medio y corriente de la calle. Había una gran cantidad de hombres y mujeres de esta clase entre las multitudes que acudían para escuchar las enseñanzas y predicaciones de Jesús, y obtenían un gran consuelo al observar que uno como ellos había sido elevado a una posición de honor en los consejos del Maestro; les animaba el hecho de que alguien como ellos ocupara ya un alto puesto en los asuntos del reino.”
Felipe pasó por el penoso período de la muerte del Maestro, participó en la reorganización de los doce, y fue el primero que partió para ganar almas para el reino fuera de la comunidad judía inmediata; tuvo bastante éxito en su labor con los samaritanos y en todos sus trabajos posteriores a favor del evangelio. Finalmente, fue crucificado por su fe y enterrado en Hierápolis.
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