LA NUEVA HUMANIDAD - CAPITULO DOS

 


“Dios da su luz a los humildes y la niega a los soberbios” dice el Cristo según una cita en el libro Arpas Eternas.

Antes de entrar en la dualidad del 2 quiero apelar otra vez a abrir nuestra mente, a la otra posibilidad, a una nueva posibilidad: y… ¿si esto fuera así?

Activemos ambos hemisferios del cerebro.

LA DUALIDAD

Vivimos en una realidad dual. No es así en todo el universo. Solo en los planetas escuela, en dimensiones menores a la 5ta, en los que el alma viene a aprender a como centrarse ante la polaridad.

Ese es el aprendizaje, porque integrando las polaridades es como realmente podremos actuar como dioses en la materia.

En general el trabajo a realizar es con las emociones que se encuentran opuestas en una línea imaginaria y entre medio hay un gradiente de posibilidades.

De un lado la SOBERBIA, por ejemplo y del otro la HUMILDAD.

Y entre ellos, varias posibilidades de comportamiento. El ideal, lo que debemos aprender es a ubicarnos en el centro.

Dejar de vivir esas dos emociones y habitar un sentimiento. En este caso ese sentimiento podría ser el SENTIRSE ABIERTO. Ni soberbio, sentado en nuestra verdad por encima de los demás, ni menos que cualquier otro dudando de nuestra verdad. Sentirse CONFORME con lo que se ha logrado y ABIERTO a modificarlo.

Si tomáramos como ejemplo la ALEGRIA y la TRISTEZA, podríamos decir que el sentimiento a desarrollar puede ser la SERENIDAD. Ni eufóricos cuando nuestro equipo gana ni tirados por el piso cuando pierde. No sé si son los ejemplos correctos, pero ustedes podrán cambiarlos; lo importante es entender lo que significa ubicarse en el centro; cambiar las emociones por el sentimiento.

Y este ejercicio de integrar las polaridades es fundamental porque se da en muchas más facetas de la vida y e imprescindible para la ascensión.

Por eso decimos que nada está mal ni está bien. Porque todo va siendo en el camino de llegar al centro.

Y no es difícil de entender la causa de esta práctica propuesta: nada en la creación debe ser desechado. Si algo está, si algo existe, si algo se da, hay una razón a descubrir para que exista.


La trinidad es la síntesis.

El cristianismo por ejemplo le dice Padre, Hijo y Espíritu Santo.

El triángulo equilátero les da la imagen de lo que es el equilibrio

 

LA ENERGIA DEL DIVINO FEMENINO

En lenguaje espiritual, cósmico o esotérico, la energía magnética es llamada “del divino femenino”.

Es la energía del amor incondicional, la energía creadora, la que con su magnetismo atrae la materia y crea la realidad que fue pensada o diseñada con la energía del divino masculino.

El hemisferio izquierdo de nuestro cerebro es la sede en nosotros de la energía del divino masculino, eléctrica, positiva; y en el hemisferio derecho se activa la energía magnética, dadora de vida, de polaridad negativa (sin connotaciones peyorativas, sino complementarias).

En nuestros cerebros no están funcionando al mismo tiempo los dos hemisferios desde la Atlántida. Y eso fue porque en ese momento debían desarrollar la mente pensante. En Lemuria habían desarrollado el amor incondicional y nuestra misión es integrarlos en nuestra anatomía.

En una división simplista a los efectos de plasmar una diferencia entendible, podemos decir que los científicos y matemáticos usan más el hemisferio izquierdo y los artistas y los músicos más el hemisferio derecho.

Es decir que los pensamientos se generan en el izquierdo y las artes en el derecho.

Por diseño, para que el plan divino se cumpla, es que tenemos los dos hemisferios separados, lo que no era así por ejemplo para los habitantes del continente de Mu, en Lemuria que tenían su cerebro físicamente integrados, sin el cuerpo calloso.

La misión de nuestra humanidad de tercera dimensión es integrar ambos hemisferios; lo que se dice pasar de mente a consciencia, porque de cualquier integración, por una acción alquímica surge algo nuevo.


Y ese es el principio de la posibilidad de crear.

En la Llama Trina instalada en el corazón, la energía magnética es la del rayo rosa, del amor incondicional.

En la Trinidad religiosa está simbolizada por el Espíritu Santo.

Otros simbolismos son: la madre, el número 2, el polo negativo que atrae, etc.

EL 2 EN NUMEROLOGIA

Así como el número 1 representa al padre, el dos representa a la madre. Es un número yin, interior: interioriza el amor, es secreto, misterioso.

Simboliza la dualidad, la escucha, la diplomacia, la sensibilidad, lo femenino, la receptividad.

El 1 trasmite su fuerza, y el 2 la recibe y la trasmuta.

La dualidad está en su diseño: una parte curva y otra recta.

Así como el 1 si se extralimita tiene el riesgo de la soberbia o el orgullo, la trampa del exceso en el 2 es la duda que puede llevarlo al complejo de inferioridad o la vulnerabilidad.

Está relacionado con los órganos

dobles del cuerpo.

Tener un Camino de Vida 2 es un pedido de la vida a avanzar en asociación con otro. Quien tenga ese camino debe analizar y sanar la relación con su madre; y transformarse en un consejero que sepa también recibir consejos. Dar y recibir. Por eso es un conciliador, un diplomático. No debe dudar internamente de esa dualidad aparente del 2 para afirmarse sin dependencia.

TAURO

Es el segundo signo del zodíaco. Está regido por Venus, el planeta del amor, la belleza y los placeres sensoriales.

Simboliza los recursos con que contamos a nivel material e inmaterial.

Es el Yo Tengo.

Lo representa el elemento Tierra (la madre) y son personas intrigantes, con rasgos de personalidad estables y sólidos y con muchos deseos de seguridad.

Son muy determinados y firmes, por lo que es difícil hacerlos cambiar de opinión. Aunque esa firmeza puede convertirse en obstinación.

Son leales y fiables las personas de Tauro y disfrutan de la belleza, el lujo y la comodidad.

Tienen cierta dificultad para expresar las emociones y puede ser que se encierren en sí mismos y les cueste abrirse.

Las energías de tauro invitan a conectar el Ser con el Mundo.

LA SEGUNDA LEY

La segunda Ley del Universo dice  como es adentro es afuera”.

Como en la ley anterior no tengamos en cuenta una direccionalidad. Es lo mismo decir “como es afuera es adentro” ya que indica que la realidad del mundo en que vivamos es producto de nuestro interior; de nuestros pensamientos y creencias.

De esta ley surgen los dichos como “eres lo que piensas” o “creas tu realidad”.

Si estás enojado por dentro, como hay tantos, eso reflejas y así te cruzas con otros que vibran en esa frecuencia de disconformidad y bronca.

Y quizá se les ocurra juntarse varios, salir a manifestar por las calles y destrozar vidrieras y monumentos públicos expresando ese enojo.

Lo vemos a diario.

El universo se recompone a sí mismo para reflejar tu realidad.

Tu cuerpo es un reflejo de tu estado interior y de tus pensamientos. Y refleja a tal punto que allí se produce la enfermedad u otro tipo de manifestaciones físicas ligadas a tus creencias. Por eso es que la biodescodificación, ante una enfermedad o dolencia tuya busca la causa en un hecho o una vivencia particular, que internalizada en estado de shock produce el malestar o la enfermedad.

Hay una expresión a modo de chiste que dice “cuidado con lo que pides (o deseas” porque se te puede cumplir”.

Y tiene relación con la frase bíblica “al que pide se le dará”.

Nadie pide una enfermedad, conscientemente, pero cuidado, porque el universo no evalúa si tu petición o tu pensamiento va en serio. Puedes atraer inconscientemente esas cosas a tu vida, como un reflejo de lo que te pasa por dentro.

Fíjate hasta qué punto influyes en el mundo que te rodea:

Por eso esta ley nos advierte de que cuando queramos cambiar nuestro mundo y nuestro entorno, debemos dirigir la mirada a nuestro interior.

No se puede proyectar hacia afuera más de lo que se ha conseguido dentro.

Por eso los terapeutas debemos hacer el máximo esfuerzo en crecer y desarrollarnos. No sólo porque nos hace bien, sino porque no podremos acompañar a un consultante más allá de donde nosotros nos hemos animado a ir.

Y esto se multiplica en todas nuestras relaciones. No podremos guiar a nuestros hijos más allá de donde nosotros fuimos o de donde nos hemos dejado guiar.

Nosotros somos LUZ. Y podemos y debemos iluminar a nuestro alrededor en nuestra vida diaria.

Pero si durante tu formación se han ido pegando en tu lámpara etiquetas “esto se hace así” “esto es malo” “esto es bueno” “debo ser exitoso” “tengo que tener dinero” “no debo llorar” “tengo que sonreír todo el tiempo”, etc., etc., etc., esas etiquetas impedirán que tu luz interior se proyecte. La luz estará tapada.

En algún momento debes hacer el camino inverso y empezar a despegar esas etiquetas para que lo que eres, luz divina en acción, pueda salir, iluminar, reflejar.

Esto es lo que nos recuerda esta segunda Ley Universal.

Observa tu entorno y fíjate qué proyectas.

LA SEGUNDA DIMENSIÓN

Para evitar malentendidos hay quienes denominan “densidades” a lo que comúnmente llamamos aquí “dimensiones”.

Decimos que el planeta y la Nueva Humanidad saltaremos de la 5ta dimensión.

Y también escuchamos frecuentemente que estamos en la 3ra dimensión porque aquí las cosas tienen un largo, una altura y una profundidad.

Y no es así. Esa es una dimensión geométrica pero no una dimensión frecuencial.

Las dimensiones, o densidades son curvas de energía potencial.

Una frecuencia es una densidad, y una densidad solo es un rango de una frecuencia vibratoria.

Una frecuencia está determinada por los ciclos por segundo de las oscilaciones de las partículas de la estructura atómica de la materia.

A mayor vibración, los ciclos son menores porque se mueven más rápido los átomos y eso establece lo que llamamos una dimensión superior.

Retomando las enseñanzas de Matías De Stefano estábamos en que las vibraciones del Om, el sonido primordial, se esparcían por el universo.

El Ser mira hacia el propósito y se da cuenta de que para llegar a él tiene que pasar por diferentes niveles (+), diferentes etapas que son como ondas que me van a empujar para llegar.

Del mismo modo que por el otro lado también se tienen que atravesar otras etapas (-) que nos mostrarán cómo llegar al punto del Propósito.

El universo se mueve en forma de espiral porque la frecuencia se mueve en forma circular y advierto que es imposible cumplir mi Propósito en línea recta.

La frecuencia podemos decir que se mueve como ondas, y tridimensionalmente es como una espiral.


Y tengo que pasar por períodos positivos (+) y períodos negativos (-) para llegar a poder crear las diferentes realidades.

Es inevitable pasar por ambos polos para poder llegar a mi propósito.

A medida que voy recorriendo la espiral y a medida que me voy alejando del centro, surge algo muy importante. Y es … es lo que vamos a dejar para el próximo capítulo.

LAS MUJERES EVANGELISTAS

Después de la caída de la Atlántida la energía femenina fue boicoteada. Se instaló una especie de patriarcado supongo que, por los oscuros, a través de la intervención de la Matrix de

control, ya que como venimos

contando es imprescindible hoy para la ascensión planetaria la integración de las dos energías, eléctrica y magnética, positiva y negativa.

Esto lo cuenta muy bien Xavier Pedro que se permite la siguiente chanza: Jesús vino a contárnoslo 2 mil años antes, porque sabía que éramos un poco lentos para entenderlo.

Y es así, porque hoy día solo los que están despertando, y no todos, están enterados de lo que es la integración de las dos energías.

Jesús vino a inaugurar la era de Piscis, por un lado, debido a su origen, y además porque cada era dura 2150 años y debía darnos la información necesaria para la era de Acuario que estamos comenzando.

Piscis, los 2 peces, simbolizan la dualidad, las dos frecuencias, masculino y femenino, bien y mal, positivo y negativo, lo que quieras en esa línea, y Jesús vino a darnos 2 mil años para que aprendiéramos a fusionar esas dos polaridades.

Entendiendo que las dos son necesarias. Si elijo solo un pez, estoy rechazando al otro. Si elijo uno, estoy creyendo que ese es mejor y rechazo al otro, y de ahí, exacerbadamente

podemos caer en el fanatismo de defender la elección de esa polaridad.

Dice Xavier Pedro que no hay Jesús sin María Magdalena. No se la puede repudiar sin rechazar nuestra parte femenina, que es la parte necesaria para poder ascender.

María Magdalena tiempo después funda entre los cátaros la escuela de La Flor de Lis, donde enseñaba como integrar las polaridades para que mi parte femenina por ejemplo se muestre a través de mi parte masculina.

En esa idea, es que en la tarde del 16 de enero del año 29 Jesús hace un anuncio asombroso para los demás apóstoles y para la época.

Había ya en esos momentos casi un centenar de evangelistas que salían en grupos o pares a llevar la noticia del reino por distintas regiones.

Esa tarde el Maestro anunció: “mañana seleccionaremos 10 mujeres para trabajar en el ministerio del reino”.

En el Libro de Urantia se relata el proceso: Jesús le rogó a David que llamara a sus padres para que regresaran a su hogar, y que enviara a unos mensajeros para convocar en Betsaida a diez mujeres devotas que habían servido en la administración del antiguo campamento y la enfermería de tiendas. Todas estas mujeres habían escuchado la enseñanza impartida a los jóvenes evangelistas, pero nunca se les había ocurrido, ni a ellas ni a sus instructores, que Jesús se atrevería a encargar a unas mujeres la enseñanza del evangelio del reino y la atención a los enfermos.

Debe tenerse en cuenta que los esenios, comunidad a la que todos pertenecían, eran terapeutas ambulantes que recorrían calles y ciudades curando gratuitamente a los que lo necesitaran.

Estas diez mujeres escogidas y autorizadas por Jesús eran: Susana,

la hija del antiguo chazán de la sinagoga de Nazaret; Juana, la esposa de Chuza, el

administrador de Herodes Antipas; Isabel, la hija de un judío rico de Tiberiades y Séforis; Marta, la hermana mayor de Andrés y Pedro; Raquel, la cuñada de Judá, el hermano carnal del Maestro; Nasanta, la hija de Elman, el médico sirio; Milca, una prima del apóstol Tomás; Rut, la hija mayor de Mateo Leví; Celta, la hija de un centurión romano; y Agaman, una viuda de Damasco. Posteriormente, Jesús añadió dos mujeres más a este grupo: María Magdalena y Rebeca, la hija de José de Arimatea.

Jesús autorizó a estas mujeres para que establecieran su propia organización, y ordenó a Judas, que hacía las veces de tesorero, que les proporcionara fondos para equiparse y comprar animales de carga.

Las diez eligieron a Susana como jefe y a Juana como tesorera. A partir de este momento se procuraron sus propios fondos; nunca más recurrieron a la ayuda de Judas.

Agrega el Libro de Urantia: “María Magdalena se convirtió en la educadora más eficaz del evangelio, dentro de este grupo de doce mujeres evangelistas. Fue seleccionada para este servicio en Jotapata, junto con Rebeca, unas cuatro semanas después de su conversión. Durante el resto de la vida de Jesús en la tierra, María, Rebeca y sus compañeras de grupo continuaron trabajando fiel y eficazmente para iluminar y elevar a sus hermanas oprimidas. Y cuando el último y trágico episodio del drama de la vida de Jesús se estaba representando, a pesar de que todos los apóstoles, salvo uno, habían huido, todas estas mujeres estuvieron presentes, y ninguna de ellas lo negó ni lo traicionó.”

Durante los primeros tiempos de la iglesia cristiana, las mujeres instructoras y ministras fueron llamadas diaconisas, y se les concedió un reconocimiento general. Pero Pablo, a pesar del hecho de que admitía todo esto en teoría, nunca lo incorporó realmente en su propia actitud y le resultó personalmente difícil ponerlo en práctica.

SIMÓN, PEDRO, EL SEGUNDO

Al unirse a Jesús tenía 30 años, esposa, y 3 hijos. Andrés era su hermano.

Era un orador desenvuelto y elocuente, de carácter impulsivo, un pensador rápido, aunque no profundo.

Muchas veces vacilaba de manera angustiosa; pasaba de un extremo al otro. Jesús sabía que las faltas de Pedro provenían de su cabeza y no de su corazón. Fue el primero que reconoció de corazón la humanidad unida a la divinidad en Jesús, y fue también el primero que lo negó. Fue el predicador más destacado de los doce.

Aunque Pedro y Pablo diferían en educación y temperamento e incluso en teología, trabajaron juntos en los últimos años para la edificación de las iglesias.


Pedro, según relata el Libro de Urantia, persistió en cometer el error de intentar convencer a los judíos de que, después de todo, Jesús era real y verdaderamente el Mesías judío. Hasta el día de su muerte, Simón Pedro continuó confundiendo en su mente los conceptos de: Jesús como

Mesías judío, Cristo como redentor del mundo, y el Hijo del Hombre como revelación de Dios, el Padre amoroso de toda la humanidad.

La esposa de Pedro era muy capaz y lo acompañaba en todos sus recorridos cuando fue expulsado de Jerusalén. Luego de la muerte de su marido fue arrojada a los leones en las arenas de Roma.

Simón Pedro fue crucificado en Roma y consideró un gran honor morir como su Maestro.

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